miércoles, 9 de abril de 2008

Braceros de la Crucifixión, ¡a brazo!, ¡a hombro!

En los últimos días hay abierto un debate sobre la necesidad o no de reformar el Reglamento de Braceros, Banderas y Suplentes de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, sobre todo en el Grupo de Correo.


Desde hace ya mucho tiempo que hemos venido observando problemas y muy graves en la puja de nuestro paso, primeramente debido al excesivo peso del conjunto y después provocados por la falta de un "cuadre" perfecto de las alturas de los braceros. Aún así, quiero hacer una reflexión sobre los principales males de la puja que nos han sucedido en los últimos años, sin entrar a valorar otros aspectos como los "abandonos" de los titulares o la modificación del Reglamento de Braceros:

  1. Existe un problema grave del diseño estructural de las parrillas del paso. No creo que nadie haya hecho un estudio exhaustivo de cómo debe ser la estructura interior y la distribución de cargas en todas las varas (degeneración profesional debido a la asigunatura de cálculo de estructuras de 3º de carrera). También creo que se ha sobredimensionado la estructura y no se ha elegido el material correcto.

  2. Somos muchos braceros. Creo que se puja mejor con algo más de espacio libre para poder maniobrar en condiciones. Además, las ampliaciones que se hicieron hace años tenían su justificación debido al gran número de hermanos que había; hoy en día la tendencia ha cambiado y por lo menos a la hora de pasar lista a las 7 de la mañana ya faltan 20 titulares y el mismo número o más de suplentes, amen de los que van a pasar lista y no pujan, pero meten algún familiar. El resultado es que a partir de la mitad de la procesión nos las vemos y nos las deseamos para buscar suplentes, porque también mucha gentes se marcha para guardar fuerzas para la procesión de la tarde.

  3. No vamos cuadrados por alturas, con los graves inconvenientes que ello conlleva. Cualquier intento que se haga el viernes santo por la mañana es tarea imposible. Deberiamos quedar el jueves santo por la tarde, después del turno de saca del paso para dejarlo perfectamente cuadrado.

  4. Sinceramente, NO SABEMOS PUJAR. Yo recuerdo que mi padre y mi hermano y otros braceros de la Crucifixión, cuando entrabas de suplente, te decían como tenías que poner los pies, como tenías que dar las curvas, como meter el hombro para levantar el paso, como ir con la espalda bien recta y metiendo los riñones y poco a poco te iban enseñando. Ahora se mete a un chavalito nuevo y si te pisa le amenazas o si te empuja le empujas tu más, en vez de intentar orientarle un poco (quizás también porque si le quieres enseñar algo lo normal es que te mande a tomar por c...).

  5. No tenemos espíritu de sacrificio: Todos sabemos a lo que vamos, la procesión es larga, el paso pesa, hay dificultades en el recorrido, pero no puede haber gente que se pase todo el tiempo diciendo "¡Joder!, así no podemos ir ... ¡esto es inhumano! ... ¡pararlo por favor!. No señores, en la procesión se va en silencio, se mete el hombro y se avanza. Si pesa nos callamos y apretamos un poco más los dientes, pero sin hablar.

Para concluir, quiero dejar constancia que este no es un mal de este año, ni del año anterior. Llevamos al menos quince años con este problema y es muy difícil solucionarlo, pero creo que un primer paso es apelar a la buena voluntad de todos los braceros, que a fin de cuentas, somos, o vamos a ser, los principales beneficiarios de cualquier cambio a mejor.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola buenas:
Perdona que te escriba despues de 6 años de tu publicación, soy bracero titular desde hace unos pocos años de este maravilloso paso aunque llevo pujandolo de suplente toda la vida, y al leer tu comentario sólo puedo decirte Amén a todo hermano, tienes toda la razon del mundo en todo..............